EN RÍO REVUELTO GANANCIA DE PESCADORES
El pueblo
de Guatemala despertó y no se detendrá. El pueblo como diría una candidata que
se cree VIVA “Ya cambió”. Pero no en
el sentido que ella quisiera.
El
ciudadano exige sus derechos y se hace escuchar. Demanda de un presidente que
como empleado del pueblo abandone el cargo, porque los patrones no se lo piden,
¡se lo exigen! El gran #ParoNacional fue una muestra de ello. Sectores que
nunca se habían unido a las protestas, que ya sumaron 18, se pronunciaron ayer
mostrando el rechazo y repudio a la corrupción.
Bajo todas
las consignas de los chapines, Otto Pérez hace oídos sordos y se aferra al
cargo cual garrapata vieja. En su comunicado invita a la unión. ¡Oh sorpresa!
¡Estamos unidos! Pero exigiendo que se vaya porque no es digno de estar en el
cargo. A esta conflictividad política que se vive en el país, diversos sectores
se han unido y han planteado diversas propuestas de salida a la crisis
política. Crisis política para los políticos y, una oportunidad para los
guatemaltecos, que desde hacía ratos, estaban adormecidos y callados bajo la falsa democracia.
La salida
de algunos es votar nulo, no ir a votar, que se aprueben las reformas a la Ley
Electoral y de Partidos Políticos antes, pero para eso demandan que se aplacen
las elecciones. Las elecciones no se pueden aplazar porque sería una alteración
al orden constitucional. Una demanda de este tamaño que venga del pueblo se
puede entender, puesto que hay un sector huérfano que no se identifica con
ninguno de los 14 candidatos y que necesita una propuesta diferente y que
encaje con los intereses y necesidades de esa ciudadanía. Esta ciudadanía pide
se aplacen por unos tres meses.
Sin embargo, lo más preocupante del caso es que
precisamente hoy sale el candidato del Partido TODOS, Lizardo Sosa, pidiendo que
se aplacen las elecciones para dar paso a un gobierno de transición, una
Asamblea Nacional Constituyente, dicha asamblea no es viable para el país, pues
con la clase de diputados que tenemos en el Congreso, pronto nos saldrán con
una sorpresita en la cual diremos salió peor la cura que la enfermedad. El
interés de aplazar las elecciones tiene varios trasfondos e intereses y no debe
de extrañar que esa propuesta venga del
títere de Alfonso Portillo.
Guatemala debe permanecer unida y levantar su
bandera para expresar que no somos un pueblo débil. Somos un pueblo despierto,
vigilante, pacífico y garante del orden constitucional. La invitación para los
chapines de azul y blanco para que este seis de septiembre nos dirijamos a las
urnas y emitamos el voto de forma responsable y consciente. No hagamos caso a
esas propuestas absurdas de esos grupos de poder que lo que les interesa es
vender al país, sumirlo aún más en la pobreza y llevar al poder a esas mismas
ratas que por años nos han gobernado y lo único que buscan es beneficiarse del
pueblo.
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