AMOS GONZÁLEZ
ANTES DE AGACHARNOS A RECIBIR DEBEMOS DAR
Guatemala es un país con
tantos problemas sociales, es un país donde reina la ingobernabilidad y la
conflictividad social crece. Es un país con tanto que ofrecer a nivel turístico
y que cuenta con gente trabajadora que todos los días se esfuerza para salir
adelante a pesar de las precariedades.
Es un país que tuvo un
conflicto armado interno y que las consecuencias están a la vista. Al parecer
los guatemaltecos no se han dado a la tarea de estudiar y leer un poco sobre su
historia, ya lo dice la definición de la importancia de la Historia.
"Conocer el pasado para comprender el presente y tener una perspectiva de
nuestro futuro."
Si no nos sentamos y
conocemos los hechos que nos han llevado a conflictos y no somos capaces de
reflexionar y aprender de éstos, estamos condenadamente a repetirlos. Un pueblo
como el nuestro necesita tanto, y ese tanto no vendrá de parte de un
gobernante, vendrá solamente cuando cada uno se haga responsable de sus actos y
asuma las consecuencias de los mismos. No esperar a que el gobernante venga a
solucionarnos la vida porque no lo hará.
En nuestro país la
conflictividad social crece todos los días. La credibilidad hacía nuestras
autoridades es más escasa que la inversión que el gobierno hace a los pueblos
necesitados. Tenemos políticos que sólo llegan al pueblo, al caserío o a la
aldea, sólo cuando es tiempo de campaña electoral. Cuando están en el poder se
les olvida que están para servir al pueblo y que fue ese mismo pueblo quien los
sentó en el lugar donde ahora están.
Tenemos altos índices
delincuenciales y la violencia crece todos los días. Tenemos un sistema de
justicia tan debilitado y que responde a intereses económicos o políticos.
Donde siempre se juzga a aquel que menos dinero tiene, no es el caso de todos,
pero es la mayoría. Una inversión por parte del Estado que es insuficiente para
cubrir todas las necesidades que una ciudadanía necesita.
Somos un país donde la
desnutrición está haciendo estragos en nuestros niños y donde cada problema es
una cadena que despierta y desborda otro nuevo. La falta de valores morales que
se inculcan en la familia son tan escasos que se ve reflejado en la
conflictividad social. El deterioro del medio ambiente trae consigo cambios
climáticos que afectan a la población en las áreas rurales. Esto genera la desnutrición y esto más parece una cadena que
no acaba.
La gente que trabaja y
produce cada vez está más exprimida por nuestras autoridades de la
Superintendencia De Administración Tributaria, donde se dedican a cobrar al
pequeño contribuyente y a todo aquel que genera riqueza, pero sólo lo recaudan,
al momento que el dinero entra en las arcas del Estado quién lo fiscaliza y
quién vela porque en verdad los fondos se inviertan en la población que tanto
necesita.
Estamos invadidos de
tantos problemas que a veces sólo de pensar da miedo. Pero lejos de
atemorizarnos debemos tomar acciones que generen cambios. Debemos involucrarnos
en proyectos que contribuyan al desarrollo de este país y generar cambios con
acciones, no hablar y sólo criticar nuestro sistema de gobierno.
¿Cómo ayudar?
¡Involucrándose!
Todos podemos emprender
acciones. Cultivar nuestro intelecto y no esperar soluciones sino producirlas.
En Guatemala existen
varios voluntariados en distintas áreas donde podemos ayudar, Fábrica de
Sonrisas, Un Techo para mi País, Habitad para la Humanidad, AIESEC, Plantemos
Mil Árboles y otro sin fin de organizaciones que son tan distintas pero con un
mismo motivo, ayudar a que este país salga del letargo y se dirija a un futuro
mejor, donde antes de recibir, demos.
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